Cablear o no cablear: el gobierno municipal de Miguel Isa no sabe hacia dónde va

Decidir ó no si se permitirá el cableado aéreo parece un tema menor ante graves problemas que agobian a la ciudadanía, como la inseguridad, la inflación, la desocupación, el aumento del transporte público, el abandono de la salud, la falta de expectativas de la juventud, la extensión del consumo de paco, los accidentes de tránsito, la confiscaciones diarias de motos, entre tantos otros.

Cablear o no cablear, que entren camiones o no, exceptuar o no exceptuar, son decisiones e indecisiones que resumen la cosmovisión en la cual se inscriben las políticas municipales, carentes de proyectos con perspectiva estratégica para un desarrollo sostenible y con preocupación cero por el futuro.

Miguel Isa encabezó la conferencia
 

Después de 20 años de formar parte casi continua del gobierno municipal, como concejal relecto en tres oportunidades, como vicepresidente y presidente del Concejo Deliberante, como intendente interino y como intendente relecto, Miguel Isa convocó, en marzo de 2012, al reconocido arquitecto urbanista Jorge Mario Jáuregui para brindar una conferencia sobre cómo convertir la periferia urbana informal en formal. Ya, en 2004 el actual intendente capitalino había participado de las comitivas municipales que fueron a la ciudad brasileña de Curitiba a informarse de cómo funciona un transporte público, integrado y eficiente.

Los recursos invertidos no fueron otra cosa que expectativas generadas. El cuadro de situación sigue igual, peor y sin rumbo. La concreción de una ciudad desigual y segmentada socialmente no se detiene. La urbanización de los terrenos de Pereyra Rozas es la muestra del botón de este mes. Mientras para los barrios periféricos se abandona la política para la descontaminación visual y perceptiva, la secretaria de Planificación Urbana municipal Fany Velarde, defiende el no cableado para el futuro complejo de viviendas de zona Norte de la capital. En tanto, familias vecinas demandan inclusión y exigen para sí una urbanización que está pensada desde el inicio como un jardín para pocos, a costa de los ingresos de todos los salteños.

Las políticas urbanas municipales deben recuperar su fin último que es otorgar calidad de vida a la población e integrar la infraestructura con el ambiente. El problema del cableado aéreo es menor, pero es revelador de que una ciudad sustentable, integrada social y ambientalmente no constituyen el Norte político de nuestros gobernantes.

Los salteños seguimos esperando.