Ayer,
martes 6 de marzo¸ tuvo lugar en la sede del Comité Capital de la Unión Cívica
Radical la charla-debate “Terminal de
Ómnibus”: análisis del pasado y perspectivas para el futuro. Las exposiciones
centrales estuvieron a cargo de María Elena Jiménez, presidenta de la Red Sol y
César Moreno, miembro del Instituto de Políticas Públicas de la Unión Cívica
Radical.
La
Terminal de ómnibus, coincidieron los asistentes, se erige como un caso de ausencia de un
ordenamiento urbano y de privilegio de las empresas de los amigos sobre los
intereses de los ciudadanos. Fueron recordadas por los presentes las promesas
realizadas el 4 octubre de 2001 por el entonces intendente interino Miguel Isa,
el vicegobernador Walter Wayar y el presidente de Terminal SA, Marcos Levín.
La
llamada “Nueva Terminal” iba a contar de 43 dársenas, centros comerciales,
salas para esperas prolongadas, estacionamiento de vehículos de tres pisos. Isa,
en aquel momento, expresaba que "hasta ayer la imagen de la terminal era
la de la precariedad y el desorden, que no refleja lo que es nuestra
ciudad", además de calificar a la obra, valuada en 17 millones de pesos,
como el “nuevo y definitivo símbolo del destino de progreso del pueblo salteño”.
ACharla-debate sobre cuestión Terminal, 6-03-2012ñadir leyenda |
Las
obras comenzaron pese a que nadie, por aquellos años, aconsejaba que la
Terminal continúe en el lugar, por cuanto los problemas a enfrentar eran serios,
tales como los desagües pluviales, la sexta colectora, la avda. Hipólito
Yrigoyen, única vía rápida, la tensión admisible de los suelos de la zona, el
riesgo sísmico, la sobrecarga adicional que impactaría sobre el canal de Virrey
Toledo, que terminaría con el derrumbe de enero pasado.
El
problema del lugar de dónde debe emplazarse la Terminal de ómnibus sigue tan
vigente como hace una década. Su resolución exige que quienes toman decisiones
antepongan los intereses de los salteños sobre los “negocios del momento” y
prioricen una ciudad sustentable e integrada socialmente. En este sentido, se
alertó sobre la actual ejecución una planificación del territorio de la ciudad que
opta por la concentración del poder político, del conocimiento, la
fragmentación socio económica y la segregación residencial, que beneficia notablemente
a la zona Norte de la ciudad.
Mantener
la Terminal donde está responde a la naturalización de una concepción de sociedad
dual y fragmentada, que acorrala a los pobres en determinados lugares del espacio
urbano, limitándoles el acceso a bienes y servicios sociales y culturales. Las
políticas públicas urbanas a desplegarse tienen que asegurar que el espacio público
no se privatice ni sea negocio de nadie ni para nadie, sino que garanticen un desarrollo
urbano sostenible que brinde respuestas a los sectores más débiles y
desfavorecidos socio-económica y culturalmente.
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