Los usuarios pagamos los costos de la corrupción
SAETA, solicitó días pasados a la Autoridad Metropolitana de Transporte (AMT) un aumento del precio del boleto. Éste se efectivizará después del 16 de julio, fecha en la que está convocada la audiencia pública, cuyo resultado no es vinculante para una decisión ya tomada.
El incremento del boleto a $1,75, en agosto y $2, a fin de año, según las autoridades ministeriales provinciales, obedece al aumento del precio de los combustibles. Quienes afirman esto se olvidan de informar a la ciudadanía que los nuevos colectivos, adquiridos en una licitación ampliamente cuestionada, consumen un 67% más de gasoil, según mediciones de la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT).
Los usuarios del transporte público salteño terminamos pagando, de esta manera, los costos de la corrupción. Los 100 colectivos adquiridos, ensamblados por la empresa TATSA, de propiedad de Claudio Cirigliano, más conocido como el rey de los subsidios K, encarecieron los gastos operativos del sistema de transporte en cerca de 10 millones de pesos anuales. Los gastadores Puma D12 impactan tanto en el bolsillo de los salteños como en el ambiente y la salud pública. Sus motores 6 cilindros insumen un litro de gasoil cada 1,7 km, en tanto, su peso excesivo afecta al pavimento e interfiere en la circulación normal del tránsito. La mayor emisión de monóxido de carbono y otros contaminantes propios del combustible diesel merecen un análisis sanitario aparte.
La licitación realizada para adquirir estas 100 unidades fue cuestionada porque no hubo información oficial sobre el derrotero del proceso y el anterior directorio de SAETA, además, desconoció en la adjudicación a TATSA los informes técnicos de la comisión evaluadora que desaconsejaban la compra de los colectivos PUMAS por los altos consumos de combustible y otros incumplimientos al pliego.
Por si fuera poco, en la misma operación se lesionó gravemente el patrimonio estatal, por cuanto TATSA adquirió los colectivos Mercedes Benz de la flota 2005 de SAETA a un valor muy por debajo del de plaza.
La otra cara de la corrupción y del capitalismo de amigos son los subsidios. Mientras los usuarios vemos castigados nuestros bolsillos, las empresas de transporte reciben fuertes subsidios para comprar combustible, para pagar a los choferes y cubrir otros gastos operativos.
Porque queremos un país mejor, una provincia distinta, decimos no a la corrupción y no al aumento de boleto.
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