El martes pasado el Comité Capital de la Unión Cívica Radical realizó el tercer panel-debate sobre la alarmante situación sanitaria de la provincia. La exposición central estuvo a cargo Carlos Ubeira, médico especializado en nutrición y diabetes, quien fue acompañado por las profesionales de la medicina Estela Ramos, candidata a concejal de la localidad de Güemes y Yolanda Betancour, de Apolinario Saravia. Entre los presentes estuvieron los convencionales nacionales Susana Gispert y Ricardo Belloni, autoridades del Comité Provincia y los candidatos, a gobernador Diego Maríño; concejales Carlos Saravia y Federico Núñez Burgos.
Se concluyó que la desnutrición, no es un índice estadístico o una foto de diario, es la consecuencia de políticas permanentes de exclusión social. Razón por la cual, los indicadores más duros que expresan este flagelo lo constituyen las madres de bajo nivel de escolaridad, la carencia de agua potable y la falta de “trabajo decente”.
La alarmante situación nutricional y sanitaria de una amplia franja de la población salteña no se resuelve ni con políticas sanitarias ni con el aumento de la oferta del sistema asistencialista, camino elegido por el gobernador Urtubey y sus ministros. La solución está en políticas públicas integradas, redistributivas y compensantorias. Crear centros nutricionales tampoco es una respuesta adecuada. Se trata que el Estado asegure a la ciudadanía los derechos a la educación, al agua potable, a la vivienda y el trabajo digno.
La geografía de la desnutrición en la Argentina indica que nada se hizo para revertir la distribución regional desigual de los recursos, al contrario, avanzó el centralismo y la primacía de la Pampa húmeda como receptora de dinero, planes, programas y políticas públicas.
La Ciudad Autónoma de Buenos Aires destina cuatro veces más dinero para la salud de cada uno de sus habitantes que Salta. Así, en Capital Federal se invierten 1200$ y en nuestra provincia, apenas, 399$ por cada uno de los salteños.
Salta es, después de Entre Ríos, el distrito que menos dinero asigna a cada niño. Si Santa Cruz destina a recreación, salud, educación, cultura, cerca de 16.000$ anuales por niño y Ciudad Autónoma de Buenos Aires, 8.000; Salta, sólo eroga de 2000 a 4000$.
En este cuadro de desigualdad regional distributiva adquieren dramatismo las decisiones del gobierno de Juan Manuel Urtubey, que promueven inequidad y exclusión. Disminuir el dinero asignado a la comida de los niños en el Hogar Escuela es el botón de muestra de una política basada en mentiras y negocios.
La UCR reclama urgentes políticas públicas integradas que aseguren la inclusión social y garanticen los elementos básicos para el desarrollo humano. La inversión debe dirigirse educación, agua potable, producción, empleo y no a la generación de estructuras clientelares dirigidas a mantener votantes cautivos.
El centralismo debe ser cuestionado desde todos los ámbitos para garantizar el flujo de recursos a las poblaciones y regiones más desfavorecidas.
La UCR como partido de la reparación tiene hoy la misión histórica de abonar por políticas federales y redistributivas que eleven la calidad de vida y el nivel de ingreso.

Salta, 24 de febrero de 2010
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